Gran Bretaña protege el petróleo en Malvinas y envía 4 super jets de combate

Los comandantes de la Royal Air Force británica (RAF) enviaron cuatro superjets de alta sofisticación a las Islas Malvinas, en el Atlántico Sur, de las que Argentina reclama la soberanía, en un acto calificado de “provocación” por la prensa de Gran Bretaña. Evidentemente, los ingleses buscan proteger las prospecciones de petróleo, que iniciarán en febrero del 2010.

Los comandantes de la Royal Air Force británica (RAF) enviaron cuatro superjets de alta sofisticación a las Islas Malvinas, en el Atlántico Sur, de las que Argentina reclama la soberanía, en un acto calificado de “provocación” por la prensa de Gran Bretaña. Según informó hoy el tabloide inglés The Sun, los cuatro superjets Typhoons, valuados en US$ 100 millones cada uno, ya se encuentran en las islas del Atlántico Sur, tras haber abandonado en secreto una base militar de Inglaterra la semana pasada.
“Son los jets de guerra más sofisticados en el hemisferio sur. Argentina, que se enfrentó en una guerra con nosotros en 1982 por las Falklands, habría presentado una queja formal”, agregó el tabloide. Los Typhoon, que viajan al doble de la velocidad del sonido y que superan en tecnología a los jet Tornado, pueden ser utilizados como “guerreros” o “bombarderos”.  Su sistema de misiles puede incluso detectar los blancos de ataque que mira el piloto, a través de sensores de alta sofisticación en el casco que éste lleva puesto.
“Los argentinos están disconformes, pero es nuestra responsabilidad proveer de la mejor defensa posible para las Falklands” (las Islas Malvinas), destacó al Sun una alta fuente de la RAF. Aparentemente, el traslado de las aeronaves hacia el archipiélago se realizó de manera secreta por parte de la RAF. Los aviones están valuados en US$ 100 millones. Gran Bretaña y Argentina se enfrentaron entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982 en la Guerra de las Malvinas o Guerra del Atlántico Sur, por la soberanía de esos archipiélagos australes, tomados por la fuerza en 1833 y dominados desde entonces por el Reino Unido.
PROTEGER EL PETRÓLEO
El traslado de los aviones podría tener que ver con una intención de los británicos de proteger la prospección petrolera que piensan llevar a cabo en el año 2010. La empresa de exploración petrolera Desire Petroleum anunció que tiene previsto iniciar el febrero próximo perforaciones en aguas circundantes a las Islas Malvinas, lo que es fuertemente rechazado por el gobierno argentino.
La firma intercambió una carta de intención con la empresa contratista de plataformas petroleras Diamond Offshore Drilling del Reino Unido -que posee una de las mayores unidades de perforación mar adentro en el mundo- para que se encargue del trabajo en un mínimo de cuatro pozos en la cuenca de las Malvinas.
La plataforma de perforación requerida para esta tarea, llamada “Ocean Guardian”, se encuentra actualmente en el Mar del Norte y, tras completar un programa de trabajos en astillero, se movilizará en noviembre del 2009 y llegará al Atlántico Sur en febrero de 2010. En un comunicado de prensa, la empresa Desire afirmó que, “con una plataforma de exploración activa en la cuenca de Malvinas del norte, la compañía debe esmerarse en perforar el mayor número posible de pozos, de forma de poner a prueba todo el potencial de esta área, de muy buenas perspectivas”.
“El directorio de Desire está encantado de poder informar que se ha asegurado una plataforma exploratoria para la perforación en nuestro inventario de perspectivas en las Malvinas. Comenzaremos nuestra actividad a principios del 2010, con la intención de explorar tantas opciones como sean posibles, maximizando de esa forma nuestras oportunidades de éxito”, señaló el Presidente de Desire, Stephen Phipps.
Por su parte, la Directora del Departamento de Recursos Minerales del gobierno británico de las Malvinas, Phyl Rendeel, dijo que “el anuncio es una excelente noticia para las islas”, teniendo en cuenta que “permitirán descubrir si efectivamente existen volúmenes comerciales de petróleo y gas natural en el área”.
“El programa de exploración programado no requerirá de ninguna infraestructura nueva y el Departamento de Recursos Minerales está ansioso y pronto para ayuda a Desire Petroleum con su campaña de perforación”, informó.
¿PROBLEMAS?
La exploración podría, sin embargo, jugar en contra del desenvolvimiento de las islas y de su población, máxime si la Argentina resuelve poner fin a la autorización a que aviones comerciales de una compañía chilena cubran la ruta entre Punta Arenas y Puerto Stanley (Argentino), sobrevolando más de 700 kilómetros del espacio aéreo argentino.
De esa forma, el gobierno kelper no tendría otra alternativa que volver a comunicar las Malvinas a través de vuelos con punto de partida en la isla de Ascensión, tal como aconteció en los primeros tiempos de la finalización del conflicto bélico del Atlántico Sur. Cabe recordar que durante el gobierno del ex Presidente Néstor Kirchner se puso fin a la vigencia del Acta de Cooperación de Nueva York suscripta en 1996, que pretendió abrir una zona de complementación de esfuerzos argentino-británicos sobre el ángulo sudoeste de las islas Malvinas, orientados a la búsqueda de hidrocarburos.
De cualquier forma, esa acta nunca llegó a madurar en nada concreto porque el gobierno kelper siempre se empecinó en poner en marcha actos unilaterales de pretendida soberanía, desconociendo un litigio que fue causante en 1982 de casi 1.000 muertos del Reino Unido y la Argentina, y que llevó a que la Royal Navy perdiera más de 40.000 toneladas de buques que fueron hundidos en aguas del Atlántico Sur (Antrim,  Antelope, Ardent, Sheffield, Sir Galahad, Sir Tristán, Atlantic Conveyor).
Además, resultaron severamente averiadas otras embarcaciones como las fragatas Argonaut, Brilliant y Broadsword, en tanto que el portaviones Invencible fue retirado del teatro de operaciones sin reconocer la existencia de daños que hicieran imposible la continuidad de sus servicios.
En tanto, la Argentina sufrió la resonante pérdida del hundimiento del crucero “General Belgrano”, que se llevó la vida de 323 tripulantes, cuyos restos jamás fueron ubicados, además del submarino San Luis, que fue averiado en las islas Georgias, en el puerto de Gritviken, donde hoy funciona una base meteorológica británica, pero que hasta 1982, en realidad, sólo persistían los restos de una ex base ballenera que estaba en tránsito de ser desmantelada.
Fuente: Petrolnews.net