YPF S.A. bajo el paradigma shale for export

¿Es posible seguir pensando en Argentina como ‘potencia energética’? ¿Se sigue perfilando al país como exportador de hidrocarburos? Estrategia para captar fondos o intenciones reales, esto se desprende del plan quinquenal presentado por YPF. Los objetivos son frenar la caída de los niveles de extracción, aumentar reservas, consolidar el autoabastecimiento y apuntalar a la empresa como líder en el desarrollo de yacimientos no convencionales. Según la compañía, a partir de estos últimos Argentina se convertirá en “exportador neto de energía” -en asociación con empresas como Chevron; estas expectativas pasan por alto la creciente cantidad de países que han aplicado moratorias o directamente han prohibido la fractura hidráulica (técnica necesaria para extraer desde estas formaciones). YPF postula que el 70% de los US$ 37 mil millones necesarios para ejecutar el plan vendrán de sus propias arcas, pero cumplir con este objetivo implica una suba de los precios internos de los combustibles. Entonces, ¿quién pagará los costos de esta agresiva estrategia? ¿A quién beneficiará? Mientras las reservas de yacimientos convencionales del país continúan en caída, las perspectivas parecen ser ‘rascar lo que queda’ en las cuencas productivas y de bajo retorno energético (yacimientos no convencionales), como también avanzar en regiones continentales y marítimas con pocos o nulos antecedentes.

Por OPSur.- El 30 de agosto fue el día elegido por Miguel Galuccio y su equipo para la presentación pública del plan estratégico de YPF 2013-2017. Durante el mediodía, medios porteños difundieron las coberturas de la conferencia matutina sin muchos detalles concretos sobre el plan. Pero en la página web de la compañía figuraba una convocatoria para las 15:30hs, con la posibilidad de escucharla a través de internet. Esperábamos que en esa conferencia se pudiera ahondar sobre los puntos estructurales del plan y acceder a documentación. Para nuestra sorpresa, fue dada enteramente en inglés y la plana mayor de YPF -el mismo Galuccio (CEO), Daniel González (CFO, Gerente Financiero, ex Merril Lynch) y Gabriel Avalos (IR, Gerente de Relaciones con el Mercado, de la anterior gestión de YPF)- se dirigió a un grupo selecto. Según la transcripción (en inglés) de la reunión, los participantes fueron representantes del Banco Itaú, Bank of America/Merril Lynch, Deutsche Bank, Credit Suisse y BTG Pactual. ¿A quién se dirige la compañía entonces? ¿A quién tiene como interlocutor? ¿A quién rinde cuentas? Finalmente, a los días, en un resquicio del portal de YPF encontramos la presentación en español, ya que inicialmente el documento sólo estaba disponible para anglófonos.

De izquierda a derecha: Ali Moshiri (Chevron), Eduardo Eurnekian (Corporación América), Susan Segal (Council of Americas),Miguel Galuccio (YPF), Jorge Argüello (Embajador argentino en EEUU) y Carlos Bulgheroni (Bridas) en el Council of Americas (Nueva York) en septiembre de este año. Fuente: YPF.

La potencia shale en el país de la eterna riqueza

El plan estratégico se centra en garantizar seguridad de cara a los inversores privados y potenciar la asociación con capitales externos que posibiliten alcanzar la ampliación esperada. El “nuevo ADN” bajo el cual se reestructura YPF se centra en primer lugar en el valor accionario, el profesionalismo y el sentido nacional. En segundo plano, se sitúan la identidad competitiva, global e integral y la seguridad y el medioambiente. Para relanzar YPF y consolidar sus planes de crecimiento la empresa dará dos pasos consecutivos. En primer lugar, la etapa programada para el período 2012-2013, denominada “Alto impacto”, donde principalmente se busca revertir la tendencia negativa en términos productivos. Posteriormente, el quinquenio 2013-2017 se denomina “Estrategia de crecimiento rentable” y el objetivo a largo plazo será establecer un “Nuevo paradigma”: desarrollo masivo de no convencionales y convertir a Argentina en exportador neto de energía.

YPF pretende reducir rápidamente las importaciones de combustibles y sostener la oferta energética interna con el horizonte puesto en el autoabastecimiento. Bajo el paraguas del nuevo ADN operativo, los tres puntos centrales de la etapa de “Alto impacto” son el avance sobre yacimientos maduros (con varios de explotación y caídas en sus niveles de extracción), la puesta a punto de clusters de yacimientos no convencionales (con una explotación en modelo factoría) y el aumento en el refinamiento (7%) al elevar el uso de la capacidad instalada. Según la compañía, esto permitiría reducir en un 47% la importación de combustibles.

Los cluster  son una concentración geográfica de empresas relacionadas; esto genera un espacio de interacción y asociación de aprendizaje mutuo y por ende impacta en la mejora de la producción, la eficiencia y la reducción de costos. La explotación en modo factoría implica un importante cambio con respecto a la tradicional operatoria en yacimientos convencionales. Con la mira puesta en reducir costos y maximizar las inversiones, el desarrollo en no convencionales requiere una mayor ocupación territorial y perforación de pozos. La baja permeabilidad de los yacimientos reduce el área de acceso a hidrocarburos por pozo, obligando a una mayor cantidad de perforaciones que deben realizarse de forma estandarizada (evitando un diseño particular para cada uno). Esto permite la centralización de varias plataformas de pozos (o well pad en inglés) y por ende un incremento en los niveles de extracción (Forbes, B., et al., 2009).

Fuente: YPF, Presentación Avance Plan Estrategia de gestión 2013 – 2017.

Los esfuerzos de aumentar los niveles de producción en la primera etapa (7% para el petróleo y 3% para el gas) serían redoblados hasta 2017. Teniendo como base el 2012, la compañía prevé aumentar la extracción de petróleo (29%) y gas (23%), como también el refinamiento de naftas y gasoil (37%). ¿Pero de dónde vendrán estos importantes incrementos de fósiles? Destrabar el potencial de los no convencionales en general y del shale en particular es la clave. En cuanto al gas, YPF prevé que las fuentes serían principalmente ‘infill drilling’ (1) (33%), shale (32%) y tight (27%) con una inversión aproximada de US$ 6.500 millones. El petróleo tendría su origen de shale (46%), extracción primaria convencional (32%) y recuperación terciaria (14%), con una inversión aproximada de US$ 19.500 millones. En todo el quinquenio, proyectan perforar 1.160 pozos para gas y 5.380 pozos para petróleo.

Según la compañía, los no convencionales no sólo son la estrella de este plan sino la garantía de continuidad de la matriz vigente. Los yacimientos convencionales han entrado en un declive natural; mientras se prolonga su vida útil -con recuperación mejorada como la secundaria o terciaria- los no convencionales se ponen a punto. Estos representan más de la mitad de los recursos (2), en el caso del petróleo (shale), y más del 70% en gas (shale y tight). De todas las inversiones programadas en el quinquenio (US$ 37.200 millones), los no convencionales serían el principal destino: por encima del 40% (US$ 15.300 millones aproximadamente) para desarrollar petróleo y gas de formaciones tight y shale.

Fuente: YPF, Presentación Estrategia de gestión 2013 – 2017.

Según la compañía, los pilotos realizados en Neuquén demostraron una mejor perspectiva para el negocio en comparación a EEUU; incluso con un promedio de fracturas menor. Sin embargo, según las proyecciones de la empresa, el punto máximo de extracción (pico) se alcanzaría rápidamente. Loma Campana / Loma de La Lata Norte (shale oil) se comenzaría a desarrollar el año próximo y en 2021 llegaría a su pico entrando en un declive natural. El Orejano (shale gas) tendría un destino similar. Para el primer caso, YPF planea concretar un segundo cluster en 2015 y así sucesivamente hasta alcanzar cuatro; todos ocuparían un área minera de 1.055 km².

En materia gasífera, en 2014 se comenzaría a extraer de un segundo cluster, dando inicio a una carrera que llegaría a los ocho en los años venideros; esto demandaría un área de desarrollo de 1.888 km². En estas proyecciones se diferencia entre lo que sería neto de YPF, explicitando la participación y asociación con otras compañías.

Los importantes incrementos de la producción serán acompañados de un mayor ritmo exploratorio: la frontera hidrocarburífera avanza sobre tierra y mar. Otros tres descubrimientos de shale se informan en el Golfo San Jorge.

Conectando un país, conociendo sus vísceras

Como se decía previamente, el crecimiento de YPF estará vinculado estrechamente al futuro de los recursos no convencionales y a la posibilidad de extender las cuencas productivas. Para esto prevé perforar trescientos pozos exploratorios entre 2012 y 2017, desembolsando US$ 1.440 millones.

En cuanto a las cuencas ya productivas (Neuquina y Golfo San Jorge), la empresa no sólo realizará recuperación secundaria o terciaria sino que también continuará tareas de exploración, y pondrá los ojos en fajas de crudos pesados en la provincia de Mendoza.

Los no convencionales, en términos de recursos, tienen un potencial de 12 mil MBOE (miles de barriles de petróleo equivalente) y son los que presentarían menor riesgo (desde el punto de vista financiero y exploratorio) y mayor potencial; de aquí su destacado desarrollo. La prioridad para el plan quinquenal está en las cuencas Neuquina (formaciones Vaca Muerta, Las Lajas-Molles y Agrio), Cuyana y Golfo San Jorge. Estas cuencas son las que tienen mayores inversiones y entramados en infraestructura petrolera, permitiendo una rápida incorporación al mercado de los hidrocarburos, como también importantes reducciones de costos. Pero YPF identifica otras cuencas con formaciones no convencionales -como Tarija, Cretaceous, Chaco-Paranaense y Austral-, de hecho el año próximo comenzaría los trabajos de prospección sísmica y perforación de un pozo en  la provincia de Entre Ríos (shale) y entusiasma al gobierno bonaerense con la explotación de gas metano de mantos de carbón o coalbed methane en la Cuenca de Claromecó.

Fuente: YPF, Estrategia de gestión 2013 – 2017.

Estas últimas son parte de una estrategia mayor de explorar cuencas no productivas. Además de las mencionadas previamente, se identifican Bolsones Intermontanos, Cañadón Asfalto y del Colorado (continental). Estos avances supondrían dar los primeros pasos sobre regiones con escasos o nulos antecedentes hidrocarburíferos. Pero a su vez, YPF pretende avanzar sobre la plataforma marítima: cuenca del Colorado, margen norte de la Plataforma Continental Argentina, Austral y Malvinas. Asimismo, se establecen programas de exploración en países de la región pero sin brindar mayores detalles.

Fuente: YPF, Estrategia de gestión 2013 – 2017.

Las tareas de exploración durarían entre 3 y 5 años, donde se destaca el avance sobre la formación Vaca Muerta; en proceso de delineación. En cuanto a los no convencionales, aún resta mucho trabajo para realmente dimensionar las reservas con las que cuenta la Argentina. Antecedentes internacionales, como los casos de Inglaterra o Polonia, han echado por la borda las altas expectativas creadas por el informe de la consultora estadounidense Advance Energy Resources, a pedido de la Agencia de Información Energética de EEUU [U.S. Energy Information Administration]. Un estudio que se inscribe dentro de los programas de promoción de yacimientos no convencionales por parte del Departamento de Estado del mismo país, como el Programa para el compromiso técnico en gas no convencional (UGTEP, por sus siglas en inglés).

Socios trasnacionales y precios en suba: quién paga la expansión de la estrategia soberana

La estrategia de largo plazo de la conducción de YPF es convertir a Argentina en exportador de energía a partir de la explotación masiva de no convencionales. Para solventar este objetivo el plan prevé que la gran mayoría de las inversiones provengan de la misma caja de la petrolera, calculado en US$ 26.040 millones (70%). De esta forma se revertiría la estrategia de Repsol de girar utilidades a su casa matriz al mismo tiempo que endeudaba a la compañía. A su vez, la empresa emitiría deuda por aproximadamente US$ 6.700 millones (18%). El restante sería financiado por un socio, sin explicitar, para la explotación de no convencionales y demandaría casi US$ 4.500 millones.

Si bien no se explicita en el plan, sí se ha hecho en las presentaciones públicas: sin aumento de los precios internos la estrategia de YPF carece de sustento. El desembarco y desarrollo masivo de no convencionales iría de la mano de un aumento de costos; quién pagaría esto es la gran pregunta. Hasta el momento, para algunas áreas las petroleras se aseguran una renta diferencial a través de subsidios nacionales y es el Poder Ejecutivo el que año a año reduce la presión tarifaria sobre los consumidores finales. Galuccio ha dicho que están en tratativas con el gobierno nacional para reformularlos (puntualmente el Gas Plus) y de esta forma poder aumentar el precio. Un objetivo compartido con voceros de las empresas, consultores, gobernadores y dirigentes sindicales. Pero el aumento de precios no se hará únicamente en boca de pozo, sino que la diferencia de precios en combustibles con la competencia (hoy en día desfavorable para YPF) iría reduciéndose escalonadamente, y aquí sí habría una repercusión directa en el precio final.

El plan bosqueja diversos escenarios estructurados de acuerdo al alcance del financiamiento a través de los bonos y el socio en shale. En el escenario de máxima -una inversión de US$ 40.400 millones y adicionando un cluster de gas y otro de petróleo- habría más acuerdos con otras compañías, y así parece apuntar la conducción de la empresa como también del Poder Ejecutivo Nacional -Cristina Kirchner ha acordado numerosas reuniones en pos de la petrolera.

Hasta el momento se han firmado Memorándums de Entendimiento (MOU por sus siglas en inglés) con las firmas Corporación América, de Eduardo Eurnekian, que garantizó US$ 500 millones para invertir en shale; y Bridas, la empresa chino-argentina que también se comprometió a invertir en no convencionales (Tiempo Argentino, 31/8/2012). Al mismo tiempo se han anunciado acuerdos con la rusa Gazprom (gas convencional y no, comercio de GNL) (Prensa YPF, 4/9/2012),  y la multinacional Chevron -para avanzar en el desarrollo de un cluster de shale en Neuquén (Ámbito Financiero,  14/9/2012). Además se firmó un MOU con PDVSA y Enarsa, con los objetivos de ampliar la capacidad de refinamiento argentina para hidrocarburos de la Faja de Orinoco (donde también las empresas argentinas tendrían mayor participación extractiva en nuevas áreas), extender las redes de estaciones de servicio de la compañía venezolana en el país e invertir en no convencionales en Vaca Muerta (Página/12, 25/7/2012). También se mantuvieron reuniones con empresas como Exxon Mobil, Apache y Sinopec, aunque sin llegar a anuncios concretos.

Como se desprende de este listado, y se explicita en el plan, YPF no busca únicamente asociaciones financieras sino que los acuerdos también comprenden a socios tecnológicos (servicios y aplicaciones) y estratégicos (expertos en no convencionales), y aquí entra Chevron. Si bien no se han divulgado los detalles y alcances tanto de éste como de otros acuerdos, la historia demuestra que las compañías trasnacionales no invierten sin llevarse una importante tajada. En este sentido, la participación que tenga Chevron y otras compañías en la configuración de Argentina como exportadora neta de energía arroja más dudas que certezas. ¿No era la expropiación a Repsol una política soberana para garantizar energía al pueblo argentino?

Una mano empetrolada, la marca insignia de la campaña para denunciar la situación en Ecuador. Fuente: todayszaman.com

Chevron es la décima compañía a nivel mundial: el año pasado tuvo una ganancia neta de más de US$ 19 mil millones (Fortune, 2011). Esta sideral cifra es similar a la que la condenó a pagar la Corte Provincial de Justicia de Sucumbíos, en Ecuador, por el genocidio/ecocidio cometido por Texaco (adquirida por Chevron) en la región amazónica de este país. Tras ocho años de litigio, con innumerables trabas e idas y vueltas, amenazas y presiones, la Asamblea de Afectados logró ganar el  ‘juicio del siglo’. En un expediente judicial que sobrepasa las 200.000 páginas se detallaron los daños ambientales y sociales de los que se encontró a la empresa plena responsable, por un valor de US$ 9.500 millones. El documento publicado en 2005 por la red internacional Oilwatch sostiene que en 25 años se perforaron 339 pozos en un área de 442.965 hectáreas, se desecharon 450 millones de barriles de aguas de producción, 400 mil barriles de petróleo derramados, entre 600 y 1.000 piletas de desechos y la lista sigue… (2005). En una carta pública el año pasado se informaba que esta destrucción ambiental apenas tuvo repercusiones económicas para el conjunto del país: sólo US$ 4 por barril quedaban para Ecuador (Oilwatch, 2011).

Ante esta situación las declaraciones de Ali Moshiri (presidente de Chevron para exploración y producción en Latinoamérica y África), no ayudan mucho: “El (gas) no convencional puede revolucionar el paradigma energético en Argentina, como ocurrió en los Estados Unidos” (Infobae, 24/8/2012). La multiplicidad de denuncias y movilizaciones (como la masiva concurrencia al día de acción global contra el fracking), los estudios en curso de la Agencia de Protección Ambiental (EPA por sus siglas en inglés) para determinar las verdaderas consecuencias sobre los acuíferos, la prohibición de utilizar la fractura hidráulica en el estado de Vermont y las moratorias en los estados de Nueva York y Nueva Jersey, son muestras de un escenario más complejo y con graves antecedentes ambientales y sociales, cuestiones a las que no se refiere el representante de Chevron.

La energía desde la balanza de pagos: insumo mercantil para la destrucción ambiental

Creemos que ha llegado la hora en que todos los pueblos y gobiernos del mundo cobren conciencia de la marcha suicida que la humanidad ha emprendido a través de la contaminación del medio ambiente y la biosfera, la dilapidación de los recursos naturales, el crecimiento sin freno de la población y la sobre-estimación de la tecnología (…) No menos grave resulta el hecho de que los sistemas sociales de despilfarro de los países tecnológicamente más avanzados funcionen mediante el consumo de ingentes recursos naturales aportados por el Tercer Mundo. (…) De nada vale que evitemos el éxodo de nuestros recursos naturales si seguimos aferrados a métodos de desarrollo, preconizados por esos mismos monopolios.

Juan Domingo Perón (1972)

Fíjense si, en cierta manera, esto no es el american way of life.

Cristina Fernández de Kirchner (2012)

Desde el gobierno nacional la preocupación se centra sobre todo en la necesidad de reducir la importación de combustibles: una sangría de divisas de US$ 9.400 millones en el año 2011. Más allá de meros enunciados, la estrategia niega cualquier cuidado en la preservación y conservación del ambiente y, por lo tanto, de la sociedad misma. Es preocupante el lugar prioritario que ocupan los yacimientos no convencionales en la estrategia oficial cuando a nivel global, día a día, florecen moratorias, prohibiciones y cuestionamientos. Décadas de extracción hidrocarburífera convencional han ocasionado innumerables impactos negativos sobre las comunidades locales y poco ha importado el reconocimiento, vigencia y aplicación de los derechos humanos (colectivos e individuales). Siendo la fractura hidráulica una técnica más agresiva, ¿a qué futuro se somete a las poblaciones que “competirán” por la misma tierra y agua con la industria petrolera? ¿Qué derecho a un ambiente sano les cabe? ¿Qué derecho a una vida digna les cabe?

La estrategia de YPF de extraer hasta la última gota de yacimientos maduros y avanzar sobre no convencionales potencia un imaginario de falsa abundancia. ¿No habría que planificar sobre un escenario de escasez de recursos fósiles? ¿No habría que planificar un uso racional de los hidrocarburos al tiempo que se debate democráticamente una transición energética? Lejos de ser una cuestión particular de Argentina, organismos internacionales, como la Agencia Internacional de Energía, o grupos de investigadores y agencias gubernamentales han dado cuenta del estancamiento de la extracción de petróleo de yacimientos convencionales desde 2005; con una demanda siempre creciente. Incluso el FMI ha publicado recientemente un informe, sin predecir la evolución de la producción, donde hipotetiza un mundo de petróleo escaso. Los escenarios van de una proyección de crecimiento lento o estancado, de menor crecimiento y se encuentran sustitutos, de menor crecimiento pero sin encontrar sustitutos, a un achicamiento drástico de la producción. Si bien enfocan sobre la variable de precios es importante notar que los mismos autores aclaran que el precio no refleja en su totalidad la importancia del petróleo. Al cumplir diversas funciones, cualquier cambio productivo tendría consecuencias impensables por el momento (The Washington Post, 27/10/2012).

Asimismo, la ambiciosa estrategia de exploración marítima y continental refuerza las intenciones de mantener “a cualquier costo” la matriz actual. Sujetar el destino de amplios territorios a la extracción de hidrocarburos es negar el carácter contaminante, escaso y concentrador en materia de recursos y poder. Un plan estratégico exitoso (en términos productivos, así como está formulado) ahondaría la amenaza directa sobre el resto de las regiones, donde sus gobernantes disputan el destino de sus inversiones y renta a espaldas de procesos de decisión colectivos. Estas ansias de expansión junto a una marcada vocación de alianzas con empresas trasnacionales no crean las condiciones necesarias para un futuro mejor, sino que refuerzan las críticas y dudas que suscitó la expropiación parcial a Repsol.

A su vez, la estrategia de una compañía mixta con participación mayoritaria del Estado no puede reemplazar un plan energético integral. Si uno toma la ausencia de toda planificación –desde la implementación del Plan Energético Nacional 2004-2008 no se realiza algo similar- entre las provincias y Nación, el plan de YPF es la cristalización más acabada del Gobierno nacional para proveer energía al país.

El plan establece como prioridad el autoabastecimiento a fin de solucionar el déficit energético. Si bien no es un tema menor y desde ya prioritario, el escenario así planteado oculta necesarias discusiones en torno a la naturalización del aumento en la demanda de energía. En este sentido, el término de crisis energética debería discutir sobre si nuestro país efectivamente necesita más energía, cómo generarla y para qué, en vistas de garantizar un bienestar general de la población. A luz de la crisis ecológica global debida al cambio climático (desatado por el sobreconsumo de fósiles) y los numerosos impactos locales, ahondar en este tipo de estrategias es de necios, ignorantes o cínicos. Bajo las perspectivas que auspicia el plan quinquenal de YPF, no se vislumbra un futuro de mayor justicia ambiental y social.

Notas:

(1)   Infill drilling: Proceso que incrementa la cantidad de pozos perforados en un área para aumentar la tasa de extracción de hidrocarburos, especialmente se utiliza en yacimientos heterogéneos productivos donde quedan resquicios de fósiles de difícil acceso (Fanchi, 2006) (Schlumberger, 2012).

(2)   Por recursos se entiende a las regiones subterráneas que contienen hidrocarburos. Por reservas se entiende, la cantidad de fósiles que son técnica y económicamente viables de extraer.

Fuentes:

Fanchi, J. (2006): Principles of Applied Reservoir Simulation. Londres: Elsevier.

Fernández de Kirchner, C. (2012): Extracto de su discurso realizado el 20/9/2012.

Oilwatch (2005): Chevron, mano derecha del imperio. Quito: Ediciones Oilwatch. Disponible en: http://opsur.org.ar/2012/08/24/chevron-mano-derecha-del-imperio/

Oilwatch (2011): Caso Texaco: Carta Abierta de Oilwatch.

Perón, J. (1972): Mensaje Ambiental a los Pueblos y Gobiernos del Mundo.

Schlumberger (2012): Oilfield glosary.

Forbes, B.; Ehlert, J. y Wilczynski, H. (2009): The Flexible Factory: The Next Step in Unconventional Gas Development. Schlumberger Business Consulting.

 

Medios de prensa:

Ámbito Financiero, 14/9/2012: YPF firmó un acuerdo de exploración con Chevron.

Infobae, 24/8/2012: YPF y Chevron avanzan hacia un acuerdo estratégico petrolero

Fortune, 2011: Global 500 2011.

Página/12 (Sebastián Premici), 25/7/2012: YPF y Pdvsa, juntas para llenar el tanque

The Sophia Echo, 3/7/2012: Bulgaria rejects Chevron bid, cancels four oil exploration tenders.

The Washington Post (Brad Plumer), 27/10/2012: IMF study: Peak oil could do serious damage to the global economy

Tiempo Argentino (Leandro Renou), 31/8/2012: Eurnekian y Bridas se apuntan como nuevos socios de YPF.

 

Prensa corporativa:

YPF, 30/8/2012: Estrategia de gestión 2013 – 2017. Plan de los 100 días. Disponible en: http://opsur.org.ar/2012/09/05/plan-estrategico-de-ypf-2013-2017/

YPF, 4/9/2012: Reunión clave de Galuccio en Rusia

YPF, 28/9/2012: Primer road show por Estados Unidos y Europa