“La extracción de hidrocarburos no convencionales requiere grandes cantidades de agua”

Entrevista a integrantes del Observatorio Petrolero Sur

Por Mauro Fernandes.- Uso de mayores cantidades de agua, utilización de tóxicos, contaminación de acuíferos, exploraciones a través del método experimental conocido como “fractura hidráulica” (o “francking”), son algunos de los argumentos que dieron a conocer a este medio Diego di Risio y Hernán Scandizzo, integrantes de la ONG Observatorio Petrolero Sur (OPSur), al referirse a las consecuencias ambientales que produce la explotación de hidrocarburos no convencionales.

El “plan estratégico de gestión 2013-2017” de YPF presentado el año pasado asegura que “Argentina es uno de los tres países (junto a China y Estados Unidos) con mayor potencial en el mundo de gas no convencional”, y detalla siete cuencas, entre las cuales se encuentra la del golfo San Jorge. A fines del 2010, Repsol-YPF dio a conocer el descubrimiento del yacimiento Vaca Muerta, en Neuquén.

En ese sentido, ambos especialistas aseguraron que “tanto la cuenca neuquina como la del golfo San Jorge se están convirtiendo en el trampolín para el desarrollo de los no convencionales” e hicieron hincapié en que frente a esta situación “se están gestando diversas críticas” sociales por la técnica utilizada para la actividad, que “ha sido prohibida en países europeos como Francia y Bulgaria”.  

P: -En febrero pasado, la presidenta Cristina Fernández dio inicio a la exploración de petróleo no convencional en Chubut.

H.S:- Lo que consideramos es que la inauguración del pozo El Trébol se inscribe dentro de un plan que lleva adelante el Gobierno nacional, y se está ejecutando a partir de YPF. En un primer momento, la compañía petrolera empezó a marcar el rumbo a través de la formación Vaca Muerta y Los Molles, en Neuquén. Desde el 2010 hasta el año pasado, Vaca Muerta fue el eje de todas las políticas públicas sobre el potencial argentino en yacimientos no convencionales. Ahora se está abriendo el juego. Las formaciones D-129 y Aguada Bandera, en Chubut, forman parte de una nueva etapa. Tanto la cuenca neuquina como la del golfo San Jorge se están convirtiendo en el trampolín para el desarrollo de los no convencionales, porque son históricas y ya cuentan con infraestructura, lo que hace que las operadoras puedan trabajar en estos depósitos reduciendo costos de inversión. En la provincia no se ha hablado mucho sobre la aparición del recurso de amparo presentado por la abogada Silvia de los Santos, en su carácter de representante de integrantes de pueblos originarios. Este documento fue admitido en segunda instancia, y es una muestra de la oposición que se está gestando en las cercanías a Comodoro Rivadavia sobre el modelo extractivista. Comienzan a estar presentes diversas críticas sociales.

-¿Qué consecuencias ambientales produce la explotación de hidrocarburos no convencionales?

D.R: –Basándose en la experiencia internacional -principalmente la que está emergiendo desde hace varios años en Estados Unidos y Canadá-, es la contaminación de acuíferos y del aire, con problemas para las localidades cercanas a la extracción del recurso. A esto hay que sumarle los daños en los suelos y la pérdida de biodiversidad por la instalación industrial dentro de zonas rurales. Además, contribuye a nivel global a que se agrave la situación del cambio climático debido a la emanación de gases de efecto invernadero. Lo que vienen señalando distintos especialistas del mundo, fundamentalmente de Estados Unidos, es que la cantidad de emisiones del gas de esquisto tendría un impacto similar o peor a la quema de carbón. Por ende, la búsqueda de yacimientos no convencionales perjudica los objetivos que se habían plasmado entre los gobiernos para frenar el cambio climático. Por otro lado, se observa en algunas regiones que hay una reconversión productiva en pos de la industria petrolera, lo que va en desmedro de otras formas de economía. Y además no se tiene en cuenta el pensamiento de la población.  

-Con relación a la exploración de hidrocarburos convencionales, ¿en qué se diferencia esta nueva actividad?

H.S:-La extracción de petróleo y gas no convencional requiere de un mayor consumo de agua, calculada estimativamente en 20 mil metros cúbicos para hacer la fractura de un pozo. Al mismo tiempo, se hace uso de productos químicos y se necesitan mayores extensiones territoriales. Esta actividad implica la perforación de rocas compactas. Se inyecta agua para fragmentar la formación de baja permeabilidad, y permitir que el crudo y el gas que se encuentran de manera dispersa puedan fluir y ser extraídos. La puesta en marcha de este desarrollo aumenta la presión de recursos hídricos en la cuenca del golfo San Jorge. Tanto en Comodoro Rivadavia, como en las ciudades santacruceñas de Las Heras, Pico Truncado y Caleta Olivia los problemas de abastecimiento de agua son recurrentes. No está claro en Chubut de dónde va a salir el agua para hacer las fracturas. El agua utilizada se termina contaminando porque se le agregan tóxicos, y una parte de ella vuelve a la superficie y es reinyectada.

D.R: –Es importante entender que la técnica de fractura hidráulica es experimental, en el sentido de que no existe seguridad de que no contamine ni produzca un beneficio a largo plazo. Funcionarios de Estados Unidos han manifestado que hay que estudiar e investigar más sobre el uso y las implicancias de este método. Además, debería abrirse un debate sobre la situación y los desafíos de la política energética nacional.

-La consultora Advanced Resources International señaló a la Argentina como la tercera reserva mundial de gas no convencional…

H.S:-Hay que tener presente que esta apreciación surge de una empresa, contratada por el Gobierno de Estados Unidos. A su vez, esta misma compañía presentaba a Polonia como uno un país con reservas muy importantes de hidrocarburos no convencionales, en el este europeo. Después, estudios del Gobierno polaco demostraron que no existía tal potencial. En el país, habría que ver e investigar en los datos cuántos recursos, es decir, estimaciones son presentadas e incluidas como reservas existentes.

-El Consejo de Deliberante de la ciudad rionegrina de Cinco Saltos prohibió la extracción de hidrocarburos por el método conocido como “fractura hidráulica”.

H.S:-A partir de la ordenanza presentada por el concejal José Chandía, del Partido Comunista (PC), se planteó la prohibición de una técnica. Es decir, sólo se hace referencia a que el método de extracción utilizado ha generado impactos ambientales en distintos sitios del planeta, y es por ello que se pone énfasis en que no sea utilizado dentro del ejido municipal. La presentación fue aprobada por unanimidad a fines del año pasado, pero luego la intendenta Liliana Alvarado vetó la ordenanza. Sin embargo, hace pocos días el Concejo Deliberante rechazó el veto. Por lo tanto, esta ordenanza está en ejecución y es un paso muy importante que ha tenido repercusión a nivel nacional. Hay otros municipios de Río Negro, Entre Ríos y Santa Cruz donde se han presentado iniciativas similares. Se están poniendo frenos a una técnica que es experimental.

-¿Es la única forma conocida para extraer hidrocarburos no convencionales?

D.R:- En Francia y en Bulgaria se prohibió la “fractura hidráulica”. Hay otros métodos en danza. En ese sentido, el Parlamento francés ha sacado un informe este año que dice que frente a las consecuencias de la técnica, se está investigando sobre otras formas para llevar adelante el proceso, como ser mediante la ruptura de propano, que es utilizada en Estados Unidos. 

-A prácticamente un año de la renacionalización de YPF, ¿qué apreciaciones hacen sobre el actuar de la compañía?

D.R:-Celebramos en sus momentos desde el Observatorio Petrolero Sur la medida de nacionalización parcial de YPF, porque implicaba mayor presencia del Estado en el sector. También, hemos estado de acuerdo con la creación del Consejo Federal de Hidrocarburos, ya que de esta forma existirían mayores instancias de participación para la totalidad de las provincias argentinas en la planificación de la energía. También, estábamos de acuerdo con que el objetivo prioritario era alcanzar el autoabastecimiento energético. A casi un año, vemos que los hidrocarburos no convencionales son vistos como una vía para llegar al autoabastecimiento energético y que también son pensados como una forma de exportación, según puede leerse en el plan estratégico quinquenal de YPF. Esta situación es repetir otra vez el esquema de los ´90. Es decir, exportar commodities. A su vez, se triplicó el precio en boca de pozo del gas y aumentó considerablemente el valor de los combustibles. YPF en cierta medida ha actuado como lobbista del sector privado ante el Gobierno nacional. Esto último se puede ver en el nuevo precio fijado de corte para la producción petrolera destinada a la exportación, lo que beneficia claramente a Pan American Energy (PAE). A esto hay que sumarle, las asociaciones que ha ido haciendo YPF para la explotación de hidrocarburos no convencionales como ser con Chevron, Bridas y Exxon Mobil, entre otras. Por ende, avanzar en una política energética federal ha quedado en un segundo plano.

H.S:-El discurso de soberanía nacional ha quedado desdibujado. Se ha dado la entrada de la empresa Chevron que es la punta de lanza del desarrollo de no hidrocarburos no convencionales en Europa del este. Los discursos se fueron devaluando por las políticas públicas y decisiones que se han tomado desde YPF.

-En este contexto, ¿el autoabastecimiento energético es un objetivo lejano en el país?

H.S:-De las fuentes primarias que componen la matriz energética en el país, el 50 por ciento proviene del gas y el 40 por ciento del petróleo, según estimaciones del Instituto Argentino del Petróleo y del Gas (IAPG). Ante este escenario, se sigue apostando a los combustibles fósiles en vez de diversificar la matriz energética para darle prioridad a otras fuentes. Es decir, se sigue pateando el problema para adelante. Mientras se apueste sólo a los hidrocarburos, alcanzar el autoabastecimiento es una incógnita más que una posibilidad. Si se busca sostener y perpetuar un modelo de desarrollo extractivista en el cual hay que garantizar energía para las mineras, agroindustrias y yacimientos no convencionales, siempre vamos a estar en crisis. Si planteamos otro modelo, la situación podría cambiar.

-¿Cómo debería darse ese cambio?

H.S:-Tiene que ver con una construcción colectiva y con contemplar el desarrollo dentro de un esquema donde la naturaleza deje de ser una cantera que nos provee permanentemente de recursos, para ser un sujeto de derecho. Hay que tener presente a las generaciones futuras. En Bolivia y Ecuador, por ejemplo, se viene planteando con fuerza un proyecto diferente de convivencia como lo es “el buen vivir”, que ha quedado implícito incluso en las constituciones de ambos países.

El Diario de Puerto Madryn