Galuccio le aclaró a Cristina que Argentina no es Arabia Saudita

“Vaca Muerta no es un Arabia Saudita. Es un supermercado”, aclaró. La presidenta se había comparado con la potencia petrolera.
Miguel Galuccio aclaró que el yacimiento de shale oil de Vaca Muerta lejos está de convertir al país en una nueva Arabia Saudita, como sugirió Cristina durante un encuentro con sindicalistas en Estados Unidos.
“Chevrón con 84 dólares el barril tiene ganancias marginales. Recién en seis años puede mejorar”, respondió el presidente de YPF durante el plenario.
Y de inmediato pidió entender “que Vaca Muerta no es Arabia Saudita. No es una joyería, sino un supermercado. Es Coto. Si no sabemos hacer escala no vamos a hacer que sea atractivo”, explicó.
“Estados Unidos tiene hoy en operaciones 2.500 equipos perforadores y Argentina 110, 72 de los cuales los tiene YPF”, comparó. Y aclaró que “a medida que se incrementen las inversiones en número de pozos, por una cuestión de economía de escala se achicarán los costos para producir”.
No pareció ser el diagnóstico exacto de Cristina cuando fue recibida por sindicalistas de New York.
“No es casualidad el fallo de Griesa y se habla ya de la Argentina como la nueva Arabia Saudita por sus recursos energéticos en gas y petróleo. ”, sorprendió esa vez.
Galuccio concurrió al plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales, Presupuesto y Energía, junto a Julio De Vido, Carlos Zannini y la secretaria de Energía, Mariana Matranga.
A su turno, Galuccio señaló que “el precio de equilibrio para la producción no convencional en el país se ubica hoy entre 84 y 85 dólares el barril” (crudo Medanito).
A modo comparativo refirió
Galuccio señaló que “estamos compitiendo para atraer inversiones; esta es una ley operativa para que podamos producir y dejar de importar”, al tiempo que procuró despejar dudas respecto del riesgo de los pozos de fractura para extraer crudo y gas de arenas compactas y roca madre.
Con la oposición ausente, Diana Conti, presidenta de la Comisión de Asuntos Constitucionales, decidió firmar dictamen y dejar el proyecto listo para que se sancione la semana próxima.
El proyecto fue debatido por los gobernadores de negociaciones entre la Casa Rosada y los gobernadores de la Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos (OFEPHI).
El texto fija nuevos plazos para las concesiones, ampliados y diferenciados según el tipo de explotación: 25 años para los yacimientos convencionales, 35 para los no convencionales y 30 para los desarrollos off-shore en la plataforma marítima argentina. Las provincias podrán otorgar prórrogas de 10 años a las empresas que cumplan con las inversiones.
Además, acorta los plazos de los permisos con la finalidad de incentivar las inversiones en la etapa de exploración, que no podrán ser inferiores a 250 millones de dólares.
Y restringe la participación de empresas provinciales en las licitaciones en la etapa de desarrollo y “de acuerdo a su inversión”.
Otro cambio son las regalías, que partirán del 12% y las provincias sólo podrán incrementar hasta 18%.
Los discursos
La extensa sesión se inició con una exposición de De Vido, quien destacó aspectos del proyecto y lo enmarcó en la política energética desarrollada durante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, enfatizando en el desarrollo de inversiones en infraestructura en el rubro desde 2003 a la fecha.
A su turno, Zannini se refirió a los aspectos técnicos legales del proyecto que, recalcó, fue consensuado con las provincias productoras de petróleo y gas natural.
“Es una ley complementaria de la 17.319, de la Ley Corta (que ratifica la potestad de las provincias sobre el recurso) y de la 26.741, de Soberanía Hidrocarburífera”, señaló.
Zannini enfatizó que “el proyecto ha sido mejorado en el Senado y compone los intereses de Nación y Provincias petroleras para procurar una explotación racional de los recursos energéticos que permitan superar el cuello de botella que se presenta entre la demanda por el crecimiento económico con inclusión y la producción local, lo cual lleva a importar”.
Al respecto, De Vido mencionó que “Argentina produce hoy 90 por ciento de los hidrocarburos que consume e importa el resto”, cuantificando que “exporta hidrocarburos por 5.000 millones pero importa por 12.000 millones de dólares”.
“El desafío es poner en valor los recursos convencionales y no convencionales de petróleo y gas, en base al costo argentino, lo que implica un desacople con los precios internacionales en beneficio para el país”, enfatizó el ministro.
Las principales objeciones realizadas por los diputados de la oposición se refirieron al establecimiento de un “techo” o nivel máximo de regalías a percibir de las empresas operadoras, los riesgos ambientales de la producción mediante el método de fractura hidráulica y el criterio que se aplicará para resolver la prórroga de los contratos de concesión y su duración.
También, acerca de la viabilidad de desarrollo que presentan los no convencionales (por caso en Vaca Muerta) con los actuales precios internacionales del crudo y el gas.
LPO